Los mandalas, representan un medio terapéutico muy valioso para la salud, que ha sido empleado en la meditación y la revitalización desde hace siglos en varias culturas orientales. Hoy en día, tanto los mandalas como la Cromoterapia han llegado a occidente. Cada día hay más personas que utilizan estos “círculos sagrados” en su vida diaria.
Un mandala es un proceso artístico y espiritual que no está sujeto a normas estrictas como a la elección del color, pero recuerda que cada pigmento posee su significado propio y con un determinado influjo sobre el organismo, por lo que puedes seleccionar los colores de tu mandala siguiendo los principios de la cromoterapia para obtener un beneficio extra de esta terapia alternativa de origen tibetano.
Cuando el mandala esté listo, y dependiendo también de dónde y de qué forma lo hayas coloreado, puedes guardarlo como un elemento decorativo, para practicar sesiones de meditación concentrándote en sus diseños y colores, o simplemente destruyéndolo y comenzando a realizar un nuevo mandala.
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